En un pais de hipocritas, el sincero es el malo de la pelicula, el mal de altura corroe un pais sin problemas, mas bien sin solucion, en mi escuela de pago se llamaba desgracia, es una dictadura disfrazada de democracia moderna nos comentaba un cura sin habitos, y tanto , que es la mas joven del planeta tierra tras la guerra civil que perdura en la genetica de los jubilados del presente , financiados por la genetica del futuro, y se puede o no creer en el bicarbonato, sin embargo , la genetica es la sabia de nuestro legado, y todo comenzo con una manzana, mi querido Newton, Steve Job y una tal Eva.
El miedo al fracaso es negociable, pero el miedo a la victoria es el mal de altura de nuestros valores democraticos, aqui todo el mundo se permite el lujo de cambiar el mundo a su antojo, sin respetar el tempo de la historia, y mas bien el mundo le cambiara a el, se puede ejercer de gilipollas, se puede estar rodeado de personas tóxicas y gestiones de genocidio psicologico, la virtud de la ignorancia abre muchas puertas, sin embargo tras años de convivir con la discriminacion y prejucios de los incompetentes, he llegado a la conclusion que mas vale pertenecer a un grupo , bueno o malo, que no pertenecer a ninguno, y tomarme un antidepresivo cada carrera de caballos celebrada en el mundo.
Necesito un algoritmo que de solucion al problema planteado en esta entrada de mal de altura, y mi conclusion es la ley del absurdo, cuya expresion exponencial es la cantidad de hipocritas por metro cuadrado que me cruzo todos los dias por los pasos de cebra y en todas las fronteras entre comunidades autonomicas y la intervenida por un pais de naciones, la opinion general del pueblo siempre tiene razon, la hipocresia se cura con otro hipocrita a tu lado, convierte la convivencia en estable, mañana sere un humano mas esperando a que cambie el semaforo verde de peatones y peatonas.
Los caballos tienen la oportunidad de educarnos cabalgando cada furlong de nuestra vida, me levanto trotando, salto los obstaculos de un sociedad hipotecada económica y psicologicamente y galopo a mi intimidad para soñar que todo ciudadano en esta vida debe tener sus 15 minutos de gloria.
Año del perro en China, ni bueno ni malo, segun por donde se mire, el 4 numero de la mala suerte, un mal de altura para su filosofia, seran mis favoritos para la proxima jornada de carreras de caballos en Dos Hermanas y cualquier otro hipodromo del mundo, todo a ganador.
Mañana es tarde!
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