viernes, 1 de marzo de 2013

El ultimo tweet de la esperanza

Albert Einstein, nos dejo claras dos cosas infinitas en su legado, el universo y la estupidez humana y de la primera tuvo muchas dudas, asi que, mi filosofia de que se puede creer o no creer en Dios, esta abierta, lo que tengo claro es que yo no creo ni en el bicarbonato, y mirad que es dificil, por no decir infinitamente imposible.

Si alguien piensa que tanto Einstein como Turfhipodromos no tenemos razon, le recuerdo que Dios no sabe jugar a los dados.

Solo me queda la decision de abdicar de la vida terricola y buscar mi retiro espiritual ante semejante verdad expresada por nuestro genio Albert Einstein, uno de los posibles motivos de la despedida de mi querido Papa Benedicto XVI, no queda otra que rezar sin bajarnos de la cruz por el bien de la humanidad, en cuerpo ausente y con el alma bien presente en nuestro corazones.

God save Benedicto XVI