Estamos en tienpos muy dificiles, equivalente a una guerra de modas y manipulacion de creencias y emociones, una guerra psicologica muy dañina, tanto en valores como en principios.
Hoy en dia da miedo cruzar pasos de cebra, estan dañando la imagen de cada ser vivo de una ciudadania que no cree ni en el bicarbonato, no tiene base ni cultura de la historia y quiere cambiar todo, por el simple capricho de haber recibido un legado de quienes lucharon por un pais y ahora se creen que su herencia son todo derechos y ninguna obligacion.
Hoy ser hombre resulta preocupante ante una moda de comparar unos con otros, este principio es un error, como puedes comparar algo que no se puede medir, es un suspenso en primero de la ESO para todos , incluido portavoces y portavozas.
Una España que galopa en sentido contrario a la carrera, salen en sentido inverso a los cajones, apareciendo una nueva fuerza en el universo, llamada estupidez humana, y condenada por los tres campos de la fisica.
Hoy no tengo sueños, me los han robado personas que prefieren el postureo al bien comun, una sociedad en barbecho permanente.
El domingo en las carreras se celebra el gran premio de Madrid, que en 1912 no existia la comunidad ni existian los master de cierta universidad.
Hemos llegado a la carrera, y todos los caballos en cajones, se da la largada y salen los participantes, quedan todos a disposicion de los jueces de carrera, los aficionados del turf disfrutando de la carrera y solo un ejemplar ganador, el nombre no es lo que me importa, hemos regresado al hipodromo, un lugar de sueños rotos, al menos encontraremos un sueño en la vida, nuestra dignidad, que cuando es lo unico que nos queda, estamos obligados a defenderla.
Que bonito es levantarse cada mañana, sabiendo que hay carreras de caballos y ausencia de cortinas.
Dios, estoy seguro, que si supo jugar a los dados, pero no quiso enseñarnos a jugar, despierten y admiren la belleza de la vida, un domingo en las carreras.